En un mercado cada vez más globalizado, la calidad es un factor estratégico indispensable. Por ello, en AMIC desarrollamos un proceso de certificación propio, específico para el sector del Interiorismo Corporativo y para nuestros afiliados, que evalúa los servicios particulares por gremio (Project Management, Arquitectura, Construcción, Mobiliario), a fin de garantizar a todos los clientes la máxima calidad y rentabilidad en cada uno de sus proyectos.
La certificación AMIC sigue una metodología de valuación única en el mundo, que combina esquemas nacionales e internacionales, y que cuenta con un marco regulatorio aplicable de forma exclusiva para el sector. Con esta metodología se logra de manera gradual verificar los niveles de calidad que las empresas afiliadas demuestran en su gestión de procesos y prestación de servicios.
En específico, bajo este proceso de certificación, se garantiza que todos los miembros de la Asociación se rijan bajo los principios de calidad en procesos, experiencia, profesionalismo y altos estándares éticos.
Desarrollada en conjunto con AENOR, la certificación AMIC conjunta tres grandes rubros dada la naturaleza de los servicios prestados por los miembros de la Asociación, e identifica al mismo tiempo especificaciones técnicas por gremio, conforme al tipo de actividad y de productos y/o servicios ofrecidos.
En específico, la certificación AMIC contempla la evaluación del cumplimiento conjunto de las siguientes áreas:
Esta variable busca sistematizar la gestión interna de una organización que, habiendo identificado las necesidades específicas de sus clientes y/u otros grupos de interés, diseña y ejecuta procesos de mejora continua. El objetivo final es incrementar la satisfacción de clientes y/o consumidores.
Bajo este rubro se busca sistematizar, de manera sencilla, los aspectos ambientales que se generan en cada una de las actividades que se desarrollan en cada organización, además de promover la protección ambiental y la prevención de la contaminación, procurando un equilibrio integral y sustentable en términos socioeconómicos.
Bajo este rubro se busca sistematizar, de manera sencilla, los aspectos ambientales que se generan en cada una de las actividades que se desarrollan en cada organización, además de promover la protección ambiental y la prevención de la contaminación, procurando un equilibrio integral y sustentable en términos socioeconómicos.
Las empresas afiliadas a AMIC son auditadas por AENOR, con base en la evaluación de ejes comunes a todas las compañías, y a ejes específicos por gremio. Una vez aprobado el puntaje por cada empresa, se le otorga la certificación que tiene una duración de tres años. Durante ese período de tiempo, cada empresa debe cumplir obligatoriamente con dos procesos de seguimiento, a fin de vigilar el mantenimiento de las prácticas certificadas. Una vez cumplido el período inicial de tres años, cada organización puede renovar la certificación, siendo sujeta nuevamente al seguimiento de su certificado.
AMIC es la primera asociación en México que -con base en un acuerdo entre todos sus miembros- desarrolla una certificación propia, con el respaldo de un tercero experto en normatividad y certificaciones, en este caso AENOR. Esto no es más que una muestra más de los altos niveles de profesionalismo y ética que distinguen a los miembros de AMIC, y de su interés por ofrecer la máxima calidad en sus servicios, superando incluso, estándares internacionales en el sector de Interiorismo Corporativo.