El diseño para las nuevas oficinas de la farmacéutica Takeda México estuvo a cargo de Workplus, la firma de interiores corporativos de Serrano Monjaraz Arquitectos. En esta ocasión el proyecto se llevó a cabo bajo un esquema de llave en mano en sinergia con JLL (Project Management) y T4 Construcciones (Contratista General). Además se contó con la colaboración de consultores y especialistas de Workplus en acústica (SAAD Acústica), iluminación (Luz+Forma) y diseño de paisaje (Muray Arquitectos). El objetivo fue reubicar al personal de Takeda en un nuevo espacio dentro del Corporativo QUAD Santa Fe en la Ciudad de México. Una planta inusual en “L” con una terraza y un local en primer nivel destinado al comedor y centro de innovación.
El objetivo fue tener una oficina llena de espacios colaborativos formales e informales equipados con tecnología del mundo digital que vivimos y con distancias adecuadas Post-Covid y un lugar único al aire libre donde trabajar. Uno de los requerimientos fue lograrlo a través de un lenguaje contemporáneo con influencia japonesa que representara los valores y la filosofía de Takeda a nivel global. Los colores empleados son neutros con base de bambú y algunos acentos en rojos propios del color corporativo de Takeda. Las formas que rigen los espacios son fluidas y limpias; parten del círculo y la línea recta, elementos básicos en la cultura japonesa.
El recorrido comienza en el lobby de elevadores de la planta principal que funciona como recepción. Un espacio que alberga una celosía de bambú iluminada que enmascara los ventanales que dan hacia el patio central del edificio y a la terraza con jardines de diseño japonés. El letrero con el logo de la empresa se suspende sobre un jardín zen a base de piedras naturales y gravilla. A un costado se encuentra el mueble de recepción diseñado para Takeda, dos volúmenes de bambú intersectados y bañados con luz indirecta.
Existen dos entradas al nivel de oficinas, la primera de un lado para invitados al área pública que conecta a salas de capacitación, áreas lounge, salas de juntas y terraza. La segunda lleva al área operativa donde el diseño del espacio parte del principio back to the light, donde la luz natural se vuelve un derecho intrínseco de cada uno de sus usuarios. Por lo que todas las estaciones de trabajo (neighborhoods) se colocaron hacia las cuatro fachadas del edificio. Así mismo los espacios colaborativos cerrados se proyectaron con frentes de cristal para permitir el paso de luz.
Cada bloque operativo es dividido por las columnas que componen el espacio, acentuadas por un capitel alargado y mobiliario de archivo sobre el cual se colocaron macetas con Filodendros compactos con la finalidad de tener un ambiente biofílico y que contribuya al bienestar de los colaboradores de la empresa.
Hacia el interior se encuentran varios conjuntos de salas de juntas circulares y de formas irregulares formadas por cristales curvos y celosías terminadas en laminado plástico tipo bambú y al interior se colocó una alfombra con un patrón que se asemeja a las líneas de se marcan en los jardines zen japoneses. En este caso el objetivo fue crear la ilusión de un jardín de bambús representado por las celosías. Los pasillos al igual que las celosías y mobiliario, se buscó que fuera en acabado bambú para mantener tonalidades monocromáticas y que funcionara para unificar los diferentes espacios que se tienen en el programa. La alfombra de áreas generales se seleccionó con un patrón que hiciera armonía con el resto de los acabados, que contribuyera al confort acústico y además cuenta con certificación Cradle to Cradle.
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